Biografía - Una vida de hazañas y superaciones...

 

Ricardo Miguel García Castro nació en La Punta de Tijarafe, el siete de agosto de 1973. Por sus venas corre sangre tijarafera que se manifiesta en la profunda devoción que siente por su pueblo, cuyo nombre lleva siempre orgulloso en cada empre-sa que acomete. Esa sangre bulle peculiarmente inquieta y lleva a Ricardo a embarcarse en hazañas que sitúan el listón de las expectativas siempre un poco más alto, superando las adversidades que ha encontrado siempre a lo largo de su vida.

La superación y la inquietud es una constante en la biografía de Ricardo. A los tres años bebió agua caliente, lo que le produjo una grave adenitis mesentérica, estrechez de tripa, que le acompañó hasta los 14 años cuando la enfermedad desapareció por sí sola. Esta enfermedad afectó de forma importante al desarrollo de su infancia, de la cual pasó mucho tiempo en cama con fiebres y vómitos, y sin poder asistir al colegio normalmente.

Con el paso del tiempo fue creciendo, compaginando su inquietud con nuevos sueños y nuevas metas a pesar de que todavía quedaban por llegar duros escollos en su vida. Recién curado de su enfermedad se fractura una mano a causa de una travesura, pero lo peor llegaría a los 17 años cuando muere su madre, hecho que afectará toda la vida futura de Ricardo y que servirá de acicate, aún más si ca-be, de su afán de superación. Y, como si no fuera bastante, un grave accidente le destroza una pierna. Con el riesgo de no poder volver a caminar correctamente, Ricardo se somete a tres operaciones para intentar recuperar la extremidad, con el resultado de una pérdida de masa muscular del 45%, de un 20% de movilidad y un acortamiento de 5 centímetros.

Las adversidades no consiguen desalentar a Ricardo en el amor que siente por su pueblo, por Tijarafe, y que le lleva a participar en todo lo posible en la organización de las fiestas. Es entonces cuando comienza su vinculación a la Fiesta del Diablo, primero bailando los cabezudos y los gigantes. Pero su mayor ilusión, desde cuando iba con su madre a las fiestas, era correr el Diablo, y esa meta bullía en sus venas de tijarafero.

El 7 de septiembre de 2001, Ricardo corrió por primera vez el Diablo y no ha dejado de hacerlo desde entonces. La hazaña le lleva a poner en riesgo su integridad física, cargando un peso de entre 70 y 80 Kg, aguantando temperaturas de hasta 50 ºC, soportando el humo generado por la quema de los diversos elementos pirotécnicos (incomodidad que Ricardo resolvió ingeniosamente en 2003 proveyéndose de una botellita de oxígeno), y siendo el centro de la fiesta durante unos 40 minutos. Este fue uno de los primeros desafíos de Ricardo, aquel que le había prometido a su madre.

Victorioso sobre el fuego, Ricardo desafía al océano y al viento, y es que le apasiona el mar. Desde 1997 ha obtenido las titulaciones de Patrón de Embarcaciones de Recreo, los títulos PADI de Buceador Guía, de Divermaster Avanzado, de Asistente Médico, y el FEDAS de Instructor de Buceo de Nivel 2. Con ello, y con su eterna inquietud, se fue atreviendo a desafiar a diversos recorridos marítimos de media y larga distancia como los que hizo en 2002 (La Palma-El Hierro y La Palma-La Gomera) y en 2003 (La Gomera-Tenerife), en solitario a bordo de una zodiac. Fue entonces cuando se inició en el deporte del esquí acuático, entre bromas y veras, en la charca de su casa. Pronto pasó de hacer pequeñas travesías en mar abierto a enfrentarse a la Primera Travesía de Circunvalación de La Palma en esquís con descansos (2003). Al año siguiente se atrevió con las 40 millas que distan entre Fuencaliente y Valle Gran Rey (La Gomera), travesía coronada con éxito gracias a su notable esfuerzo y al excelente trabajo de su equipo.

En 2005 Ricardo decide enfrentarse a su reto más difícil y con mayor trascendencia en el mundo del esquí acuático: ser el primero en unir las siete Islas Canarias por etapas y sin arnés de tiro, ayudado únicamente, durante más de 187 millas, por la fuerza de sus brazos. Con la mar favorable y un excelente estado físico, el 5 de agosto recorrió el trayecto entre Fuencaliente y La Estaca (El Hierro). Pero el 6 de agosto, entre El Hierro y Valle Gran Rey, la mar no estuvo tan generosa. Las olas, de hasta dos metros, impidieron que las embarcaciones de apoyo pudieran surtirle de alimento y agua. Casi desfallecido, consiguió llegar a La Gomera. En la isla colombina se recuperó lo suficiente para poder llegar el 7 de agosto a Las Galletas. Sólo haber conseguido finalizar esta primera etapa ya podía considerarse un logro importante, consecuencia de la determinación de Ricardo y de su equipo de apoyo que le alimentaba física y moralmente y que, por supuesto, le cantó a pleno pulmón el cumpleaños feliz mientras se aproximaba a Tenerife sobre los esquís. Pero ese triunfo todavía no era suficiente. Ricardo se estaba tomando la revancha a las adversidades que habían golpeado sistemáticamente su vida.

El 30 de septiembre puede decirse que Ricardo soltó el Diablo para calzarse los esquís. Aunque comenzaba cansado, entre Playa Blanca y Corralejo y con la compañía de Héctor Masuti, campeón de mono-esquí de velocidad, adelantó al fast ferry de Fred Olsen que une Lanzarote y Fuerteventura. Al día siguiente, sin lanchas de apoyo debido a las dificultades económicas con las que tropezó el proyecto, Ricardo acometió las 50 millas que separan la punta de Jandía del puerto de Las Palmas. La fortuna y la mar le sonrieron y, con un tiempo apacible, consiguió llegar a Gran Canaria. Pero el final le reservaba una sorpresa desagradable: la travesía prevista entre Agaete y Radazul estaba sembrada de olas de tres metros sobre las que soplaban vientos de hasta 20 nudos. Ricardo, completamente agotado, fue sostenido por los ánimos de su capitán y su equipo. Aún así era imposible llegar a Radazul, por lo que el equipo buscó otro puerto más favorable. ¿Y qué mejor solución que buscar el amparo de Nuestra Señora de Candelaria, patrona de Tijarafe y de las Islas Canarias? Pusieron, pues, proa a Candelaria y llegaron al muelle a las 10:55 de la mañana. Lo habían conseguido

Superados los sufrimientos de la Travesía de las Siete Islas, el 2 de julio de 2006 Ricardo se enfrenta a las 62 millas entre Teno y Tazacorte. Esta vuelta de tuerca en su afán de superación estaba alentada además por dos motivos poderosos: quería dedicar la travesía a su madre y a su capitán, primo y amigo, a quien había perdido re-cientemente. La travesía fue durísima pero de nuevo, con su fuerza de voluntad y el inestimable apoyo de su equipo, consiguió superar la nueva meta. Los amigos que fue-ron a recibirle a Fuencaliente pudieron verle llegar casi desmayado pero gastando su último aliento en un gesto dedicado a ellos y a su equipo: entró al muelle agarrando la cuerda de tiro con los dientes.

Después de estas innumerables hazañas una nueva aventura que tuvo lugar el 30 de septiembre del 2007 ,donde nos hizo vivir un momento de tensión y descubrir hasta dónde puede llegar la tenacidad de una persona ,realizando la circunvalación a la isla de la Palma con un total de 72 millas náuticas haciendo de esta una de las más largas realizadas hasta entonces.

El 23 y 24 de septiembre del 2008 nos llevó de su mano una nueva hazañas sobre es-quis, uniendo Lanzarote-Tenerife-La palma, la primera etapa en 7 horas y 28 minutos ..donde a pesar de la distancia entre estas dos islas y el tiempo empleado Ricardo vuelve a hacernos vivir algo insólito..sin dormir y con malestar comenzaba la prueba sin energías ,pero, a medida que iban pasando las horas y las millas, como si de un milagro se tratara Ricardo no decaía y parecía que la vitalidad, la energía y positivismo le acompañaban…todos le gritaban que, al menos, hiciera una parada y no hubo forma..su perseverancia y su fuerza hicieron que llegara a Tenerife, casi sin aliento, pero, sin ni una parada. La segunda etapa de Tenerife a la Palma en 3 horas y 20 minutos. Igualmente sin paradas .

Consiguiendo el mayor de sus logros en esta categoría de esquí acuático, ya que recorrió la increíble cantidad de 242 millas náuticas.

En octubre del 2013,

Después de su trágico accidente sufrido en Enero del 2012 en el que casi le cuesta la vida. (Ya que fue atropellado y estuvo ingresado un mes en EEUU con un neumotórax, multitud de quemaduras, fracturas...etc)

Ricardo se propuso un nuevo reto, con un doble sentido, por una parte para demostrarse a si mismo y a los demás que ,a pesar de todo por lo que había pasado y de to-das sus fracturas, dolores etc aún tenía mucho que dar de si mismo y, por otra parte, hacer algo diferente a sus retos anteriores ,como es salir fuera de sus islas canarias para aventurarse en otros mares

Así el 7 de Octubre del 2013 consigue unir la Isla de Ibiza (San Antoni) con Jávea, recorriendo un total de 56 millas náuticas . Logrando así unir Baleares con la Península.

El 15 de Agosto del 2015 continúa con su propósito de animar a la gente que pasa por situaciones difíciles a que continúen con sus sueños . Vuelve a sorprender a to-dos uniendo Magaluf (Mallorca) con Ibiza a pesar de las condiciones metereológicas que no estuvieron de su lado.

Superar la adversidad, superarse a sí mismo, ha sido todo en la vida de este Palmero que ama profundamente su tierra y su mar.

Ricardo encarna la voluntad de cumplir los objetivos y los sueños, venciendo las dificultades y poniendo toda la carne en el asador en las situaciones más comprometidas porque los sueños no valen nada si no se hacen realidad.